domingo, 31 de mayo de 2015
viernes, 29 de mayo de 2015
sábado, 23 de mayo de 2015
viernes, 22 de mayo de 2015
DIMENSION POETICA DE MANUEL ACOSTA OJEDA ( EN PROCESO)
No tuve la cercanía que tuvieron compañeros y amigos con Manuel Acosta Ojeda. Pude
escucharlo en Radio Nacional, donde existe una valiosa colección de audios que
el compositor y poeta produjo , en dos programas de radios que conducía con
su hija Celeste. Mao como le decían sus amigos era un Quazar (1) de
conocimientos, sobre la música andina y criolla.
Le pedí alguna vez al compañero Vicente Otta para que tuviera interceder para una entrevista con el artista recientemente fallecido, no se produjo por lo delicado de salud, y el buen control de su amada hija. Si me he encontrado una sola vez : trabajo a media cuadra de Radio Nacional, conversamos tratamos sobre Surquillo, nuestro distrito y sobre el socialismo. Todo en forma muy pasajera.
Terminar el día con el ingrato sabor de haber escrito contra la persona que no dejo que no se velaran los restos de la Universidad de San Marcos. Creo que las palabras sobran si uno le da una lectura a estos poemas hermosos. Manuel Acosta Ojeda, le dio música, pero me quedo con todos pero en especial “Madre”,” si tu me quisieras”,” siempre”. Debe ser antología.
Sinceridad, ternura, y compromiso e influencia de José María Arguedas, Cesar Vallejo, Felipe Pinglo, Pablo Casas.
LACH
Sin considerar la musica, que es otra tarea...
"En un atardecer" el poeta recrea bellamente la naturaleza, mas alla de los sambenitos que la poesía de MAO fue de protesta. El tema de Dios esta presente en "Rumor de Manantiales" los labriegos hicieron la señal de la cruz. Madre es un canto inmortal del hijo a la madre, el sufrimiento del hijo y la madre
"En un atardecer" el poeta recrea bellamente la naturaleza, mas alla de los sambenitos que la poesía de MAO fue de protesta. El tema de Dios esta presente en "Rumor de Manantiales" los labriegos hicieron la señal de la cruz. Madre es un canto inmortal del hijo a la madre, el sufrimiento del hijo y la madre
EN UN ATARDECER
En la agonía roja de cada atardecer, se entristece la fauna y la flora desmaya; mientras por el poniente el sol se hace una raya y el beso de la noche la luz hace correr. Ya los bosques encienden sus luciérnagas tibias, canta el río más fuerte al permiso del ruido; los jardines ajenos libertan su fluido y los lagos afloran criaturas anfibias. En espejos se miran las fieras al beber, la tímida gacela se incrusta entre la fronda; y lagrimea el sauce cumpliendo su deber. La sirena se peina la cabellera blonda, al pie de la cascada invitando a querer y en el océano el sol, cada vez más se ahonda. RUMOR DE MANANTIALES Rumor de manantiales, llegaba de muy lejos; y los cantos finales de algunos cisnes viejos. Por entre los ramajes de los sauces frondosos, los dorados celajes caían perezosos. Los labriegos cansados silenciaron sus lampas, los bueyes agotados echaron sus estampas. En las chozas nacieron pedacitos de luz; y las manos hicieron la señal de la cruz. MADRE Madre, cuando recojas con tu frente mi beso todos los labios rojos, que en mi boca pecaron huirán como sombras cuando se hace la luz. Madre, esas arrugas se formaron pensando ¿Dónde estará mi hijo, por qué no llegará? Y por más que las bese no las podré borrar. Madre, tus manos tristes como aves moribundas ¡Déjame que las bese! Tanto, tanto han rezado, por mis locos errores y mis vanas pasiones Y por último, Madre, deja que me arrodille, y sobre tu regazo, coloque mi cabeza. Y dime: ¡Hijo de mi alma!, para llorar contigo. CARIÑO Dios me ha libertado del tiempo y del dolor he pagado mi vida con sangre y juventud; y ahora que estoy libre para ofrecerme a ti, sin pedirle permiso te hice esta canción así Cariño, yo quiero llevarte a un lugar que sólo conozco yo. Cariño, allí no hay destino, ni llega el ladrido de la sociedad. Cariño, allí soy el dueño, es la única parte en que no manda Dios. Cariño, allí no hay tristeza, ni miedo, ni envidia, ese lugar... soy yo SI TÚ ME QUISIERAS Si tú me quisieras, yo te haría un nido con alas prestadas de mil mariposas. Buscaría un valle, lejano, escondido, donde viva un río y no mueran rosas. Haría con caña y junco florido, sobre una colina una linda choza; y cuando el día quedara dormido, quemaría incienso a tus pies de diosa. Y al llegar la noche contenta de vernos, si no hubiera luna celosa por ti; tus ojos abiertos nos darían luz. Y si el cielo quiere, para protegernos mandarnos un hijo parecido a mí; nuestros cuatro labios harían la cruz. PUEDES IRTE ¡Hiéreme, sin temor! Que los dolores, son muy amigos míos desde niño. Y mi pecho está lleno de cariño y en él no pueden anidar rencores. Sé que te quieres ir, que mis amores, te han llegado a aburrir, mas no te riño. Cansa el oro y también cansa el armiño hasta la vida cansa: no, no llores. Es lógico tu adiós, la golondrina busca el sol cuando el invierno llega y la abeja no besa flores secas. Se van las aves cuando la encina pierde las ramas y ella no les ruega dice: ¡Adiós!, como yo, sin hacer muecas. DULCE AGONÍA Un latido es un paso hacia la fosa y en cada beso se nos va la vida. Buscamos los placeres sin medida y el cuerpo sufre cuando el alma goza. Cada querer liba, cual mariposa, de nuestros labios la miel escondida. Nos va matando y nos es querida esa agonía lenta, silenciosa. Cada copa que alivia nuestra pena y nos hace reír por un momento. ¡Destroza nuestro ser, nos envenena! Mas, quita de las bocas el lamento. Y que importa mañana la condena. Si estuvo un rato, el corazón contento! ¿DÓNDE ESTAS AMOR? Si estuviera seguro que la muerte, es capaz de acabar con los dolores. Escogería pronto, sin temores de todos los venenos, el más fuerte. Terminaría así mi triste suerte de vivir ofreciendo mis amores y recibir en cambio sinsabores en el afán de amar por conocerte. Pues te busco, amor, constantemente, en todos los quereres, te adivino y en sus bocas pregunto, locamente. Mas nadie me responde, no encuentro alma. Por eso es que con tanto desatino, busco en la muerte a mi dolor la calma. PARA QUE REINE EL AMOR Para que reine el amor, en un mundo de delicias. Hay que matar al dolor, que causan las injusticias. Para que sean dichosos, tu corazón con el mío; que no halla niños llorosos, ni ancianos muertos de frío. Para que pronto amanezca, la aurora de la justicia; que pronto desaparezca, la maldad y la codicia. Y para que sea feliz, por siempre la humanidad; que florezca la raíz, de la solidaridad. HAY QUE SALVAR AL AMOR Se está muriendo el amor, de frío de hambre y de guerra. Se está muriendo el amor, que había sobre la tierra. Debemos darle calor y un fusil de paz y pan. Hay que salvar al amor, antes que la humanidad, se convierta en una hoguera, Hay que salvar al amor, despertando la bondad y la solidaridad. Juntemos las manos limpias todos los hombres del mundo. Juntemos los corazones y revivirá el amor. ASí TE QUIERO Así como te quiero, nadie podrá quererte; ni siquiera tus hijos, si algún día los tienes. Ni tus padres, ni tu misma. Nadie más que yo. Te quiero como quieren las aves al espacio, como aman las estrellas el manto de la noche; como quieren la lluvia los campos y las flores como las playas aman a las olas del mar. Ni a mi mismo me quiero, como te quiero a ti. CHOLA LINDA En mis labios vives tú, en tus ojos muero yo. Cómo crees pues, cholita! Que yo te pueda engañar. Tenemos la misma sed, sufrimos el mismo dios. Imposible pues, cholita! Que te pueda traicionar. En las mañanas, despertaré las campanas. Y cuando duermas, los duendes ahuyentaré. Toda mi vida, procuraré tu alegría, por verte libre, tu muerte me beberé. Patria mía, ¡Chola linda! Nunca te abandonaré. LA SOMBRA DE TU LUZ Se ha quedado en mis ojos la voz de tu sonrisa; y aún retoza en mis manos el eco de tu piel. Y la música dulce de tu palabra tibia; agita en mi recuerdo la sombra de tu luz. Y cantan en mi pecho dos palomas felices; son tus manos queridas que anidaron allí. Y se mojan mis labios recordando los tuyos; y de pie mi esperanza aún espera por ti. MI NAVIDAD Soy el hijo del amor y de la pobreza, no tengo más juguete, que la ilusión; y no lloro, ni suplico... sólo vivo, esperando llegue un día: ¡Mi navidad! Mi cuerpo está de rodillas, pero mí alma está de pie; y grita su rebeldía, en esta canción de fe. Lo que me negó el destino, alguien me lo debe dar; Dios no trazó mi camino, Dios no haría esa maldad. Sólo quiero una caricia, que alumbre mi Navidad. Yo sólo pido justicia! Yo no quiero caridad! CELESTE Eres como el perfume de magnolias felices, como el rumor de otoño cuando caen las hojas; como las oraciones que alivian las congojas, y como el arco iris que regala matices. Tienes el raro encanto de las noches de luna, la majestad serena de las cumbres nevadas; eres la princesita de los cuentos de hadas, sonrisas y miradas, son tu mejor fortuna. Al caminar por Lima, pedacito de cielo, callará el río Rímac, para escuchar tus pasos; la Cruz del San Cristóbal, extenderá sus brazos, y mil "santa-rositas" te ofrecerán su vuelo. Pronunciará tu nombre la brisa en las auroras, repetirá tu nombre el viento de la tarde; lo cantará el lucero que en nuestras noches arde, lo cantará la lluvia, lo cantarán las horas. CANCIÓN DE FE Yo creo que algún día la espina se hará rosa y se hará luz la duda y el hambre se hará pan. Yo creo que algún día se morirá la muerte y será la moneda de amor y de verdad. Ese día el hombre será de color alma y el odio arrepentido querrá volverse amor. Los niños tendrán risa, los hombres tendrán paz; Dios se volverá hombre y así se quedará. ADIÓS Y SOMBRAS Temblor en las manos temblor en las hojas, sombras en el parque en el alma, sombras. Silencio en las bocas que acaso se nombran, como a flor de labio, se besan las rosas. Sombras en el parque en el alma, sombras, solo yo en silencio una sombra más. Mi boca callada que ahora te nombra con voces de llanto que no escucharás. En el límpido estanque la estatua se mira, bañada de luna, tan pura, tan casta, sus pies entre lotos las ondas se rizan y flechan las aguas los peces de plata. Tú y yo en silencio dormidas las ansias unidas las manos unidas las almas y el adiós tan triste que se hará distancia y flechan las aguas los peces de plata. Como si el decirlo quebrara dos vidas y el adiós muy triste que se hará distancia como si el decirlo quebrara dos vidas. SIEMPRE (Música: Carlos Hayre) Quiero que estés a mi lado cuando la hora de partir para siempre haya llegado. He de gozar mi agonía si he marchado despedido por tu mano bienhechora. Como un mustio rosal que se desflora, han de caer mis fuerzas, agotado y velará mi cáliz deshojado la sombra de tu imagen protectora. Así, mi vida verás cómo se ausenta, mientras una sonrisa macilenta ha de tallarse en mi faz marmolizada. Así, mujer, la que trocó mi suerte, ha de ser mi camarada hasta la muerte, amada en vida y tras la vida, amada. |
jueves, 21 de mayo de 2015
MANUEL ACOSTA OJEDA : SIEMPRE
SIEMPRE
(Música: Carlos Hayre)
Quiero que estés a mi lado
cuando la hora
de partir para siempre
haya llegado.
He de gozar mi agonía
si he marchado
despedido por tu mano
bienhechora.
Como un mustio rosal que se desflora,
han de caer mis fuerzas, agotado
y velará mi cáliz deshojado
la sombra de tu imagen protectora.
Así, mi vida verás
cómo se ausenta,
mientras una sonrisa macilenta
ha de tallarse en mi faz marmolizada.
Así, mujer,
la que trocó mi suerte,
ha de ser mi camarada hasta la muerte,
amada en vida y tras la vida, amada.
(Música: Carlos Hayre)
Quiero que estés a mi lado
cuando la hora
de partir para siempre
haya llegado.
He de gozar mi agonía
si he marchado
despedido por tu mano
bienhechora.
Como un mustio rosal que se desflora,
han de caer mis fuerzas, agotado
y velará mi cáliz deshojado
la sombra de tu imagen protectora.
Así, mi vida verás
cómo se ausenta,
mientras una sonrisa macilenta
ha de tallarse en mi faz marmolizada.
Así, mujer,
la que trocó mi suerte,
ha de ser mi camarada hasta la muerte,
amada en vida y tras la vida, amada.
domingo, 17 de mayo de 2015
miércoles, 13 de mayo de 2015
lunes, 11 de mayo de 2015
ROSINA VALCARCEL : AL AMIGO CALDERON FAJARDO, CON CARIÑO
" Carlos Calderón y sus huesos de cegada luz
AL AMIGO CARLOS CALDERÓN FAJARDO, CON CARIÑO
Carlos Calderón Fajardo (Juliaca, 1946, Lima, 2015). ANTES de la 1 de la mañana, cuando el alba se alistaba despacio, parte uno de mis amigos entrañables. El 19 de mayo íbamos a celebrar su natal con unas tacitas de café en su lugar preferido.
Nos conocemos el año 1966, frecuentamos la Casa de la Poesía de la Bajada de Barranco cerca a poetas, narradores, músicos. Gentil, fino, lleno de ternura y buen humor. Nos une la confianza, el aprecio, el amor espiritual, la literatura, la pasión por el mar y el misterio. Hay caminatas, dos mítines en la Plaza Francia entre 1968-69 entre sus condiscípulos de la PUCP: Rocío Romero, Yvo Perez Barreto, Abelardo Sánchez León, Giovanni Mitrovic, entre otros. Juan Gonzalo Rose es nuestro paradigma y en “El Triunfo”, bar de Surquillo bebemos con él, dialogamos sobre autores y reímos. Tuvo un afecto singular por Ayacucho, Puno, y el Perú profundo.
Hacia el año 2000 se le presenta una enfermedad rara, dolorosa de grave pronóstico y la padece alrededor de dos años. Bajo el sol una tarde en el parque de su barrio casi recostado sobre un árbol musita: -Si pudiera tener un final arguediano…Por arte de azar pasó a su lado Rodolfo Hinostroza, quien con su estilo… y algo rudo, le dice: “¿Qué te pasa? Tienes esas ideas tanáticas y aspecto agónico…Carajo, reacciona, eres un hombre inteligente, vuelve a escribir, tú puedes, déjemonos de vainas, no friegues! Y, raudo el autor de Consejero del Lobo siguió su curso. Al día siguiente, nuestro amigo Carlos se levantó vital, arrojó la silla de ruedas, retomó la escritura y la vida le abrió los brazos.
Años después nos reencontramos en veladas con Óscar Málaga, Krufú Orifús, Julio Nelson. Somos sobrevivientes.
El verano del 2009, Rafael Drinot , Patricia del Valle, Miguel T., Diana Ávila, y esta peregrina arribamos a la playa de Punta Negra, Carlos jovial nos espera en su cálida casa frente al mar embravecido. Platicamos toda la tarde, evocamos amistades ausentes libando vinos y picando tamales. Al día siguiente llegan Yola Prada, Milena y una amiga suya. Mi hija toma bellísimas fotos, hoy grabadas en nuestro corazón. Pasan dos años…
Urpi-Rosa Trinidad Carrillo rememora: “El año 2011, 30 de abril, víspera de tu cumple fuimos a su hermosa casona de Punta Negra: Walter Saavedra, Patty, Diana, Jose Luis Herrera Zavaleta, Melissa Patiño, Piero Montaldo, Teófilo Gutiérrez (director de Hipocampo), Carlitos Ostolaza, esta amiga y tú. El anfitrión escritor Carlos Calderón, nos esperaba fraterno. ¡Qué pena, tu gran amigo, conversamos, bailamos, cerca al mar, y las remembranzas de su vida en Europa, de su encuentro con José María Arguedas frente al Danubio y la evocación el amauta del río Mantaro. La marcha bajo el mar de Águeda Castañeda entre sueños. Vuestra amistad de tantos años, temas de juventud, a lo lejos tu padre Gustavo frente al joven Calderón Fajardo... Se habló de sus apellidos, algo que en realidad era complejo... Un abrazo Rosina, un abrazo condolido.”
Hoy el compañero está en trance hacia el infinito, hacia el Parnaso donde viven los Maestros, los valiosos, los humildes, los nobles. Hace veinte minutos leo la nota fraterna de su editor Willy Del Pozo y de golpe me salen gritos y voy al balcón y su nombre es un eco - eco - eco. Y telefoneo a su casa y nadie responde. Y llamo a una de mis grandes compañeras y le digo: "Carlos tuvo un accidente, está muy grave, Y ella, noble, me consuela... Bebe agua, respira hondo...", acoto, dicen que de hoy no pasa...".
Carlos Calderón Fajardo es uno de los escritores de la generación del 70 que destaca, trasciende por su escritura fabulosa, por su obra fecunda, por su don de buena gente. Sin embargo él decía: "Soy reconocido, no lo niego, sí, pero solo en un segmento o espacio de la literatura que se escribe en el Perú". Destacado como uno de los narradores mayores del Perú de su generación (del 70), Carlos estaba en una de sus etapas literarias más productivas. Finalista del Premio Tusquets de novela (2006) con El fantasma nostálgico (Animal de invierno, 2013), libro que desde el más puro realismo mágico, afronta la violencia política de los decenios últimos en nuestra patria.
Como su escritura, como su pluma será eterno, un ser legendario que transita cerca a Sarah Ellen y otros personajes de su narrativa magnífica. Abrazos a su compañera, a Pablo Salazar-Calderón Galliani, sus otros hijos, sus nietos, su familia, sus amistades y compañeros coetáneos, a los lectores y lectoras que lo aprecian y le dieron granitos de sol y alegría.
(Gracias por los abrazos y el consuelo: Diana Avila, Mariella Sala, Patricia del Valle, Odette Amaranta, Melissa Patiño, Urpi-Rosa Trinidad Carrillo, Winston Orrillo, Marcel Valcárcel, José Manuel Gutiérrez S., Carlos Ostolaza ).
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AL AMIGO CARLOS CALDERÓN FAJARDO, CON CARIÑO
Carlos Calderón Fajardo (Juliaca, 1946, Lima, 2015). ANTES de la 1 de la mañana, cuando el alba se alistaba despacio, parte uno de mis amigos entrañables. El 19 de mayo íbamos a celebrar su natal con unas tacitas de café en su lugar preferido.
Nos conocemos el año 1966, frecuentamos la Casa de la Poesía de la Bajada de Barranco cerca a poetas, narradores, músicos. Gentil, fino, lleno de ternura y buen humor. Nos une la confianza, el aprecio, el amor espiritual, la literatura, la pasión por el mar y el misterio. Hay caminatas, dos mítines en la Plaza Francia entre 1968-69 entre sus condiscípulos de la PUCP: Rocío Romero, Yvo Perez Barreto, Abelardo Sánchez León, Giovanni Mitrovic, entre otros. Juan Gonzalo Rose es nuestro paradigma y en “El Triunfo”, bar de Surquillo bebemos con él, dialogamos sobre autores y reímos. Tuvo un afecto singular por Ayacucho, Puno, y el Perú profundo.
Hacia el año 2000 se le presenta una enfermedad rara, dolorosa de grave pronóstico y la padece alrededor de dos años. Bajo el sol una tarde en el parque de su barrio casi recostado sobre un árbol musita: -Si pudiera tener un final arguediano…Por arte de azar pasó a su lado Rodolfo Hinostroza, quien con su estilo… y algo rudo, le dice: “¿Qué te pasa? Tienes esas ideas tanáticas y aspecto agónico…Carajo, reacciona, eres un hombre inteligente, vuelve a escribir, tú puedes, déjemonos de vainas, no friegues! Y, raudo el autor de Consejero del Lobo siguió su curso. Al día siguiente, nuestro amigo Carlos se levantó vital, arrojó la silla de ruedas, retomó la escritura y la vida le abrió los brazos.
Años después nos reencontramos en veladas con Óscar Málaga, Krufú Orifús, Julio Nelson. Somos sobrevivientes.
El verano del 2009, Rafael Drinot , Patricia del Valle, Miguel T., Diana Ávila, y esta peregrina arribamos a la playa de Punta Negra, Carlos jovial nos espera en su cálida casa frente al mar embravecido. Platicamos toda la tarde, evocamos amistades ausentes libando vinos y picando tamales. Al día siguiente llegan Yola Prada, Milena y una amiga suya. Mi hija toma bellísimas fotos, hoy grabadas en nuestro corazón. Pasan dos años…
Urpi-Rosa Trinidad Carrillo rememora: “El año 2011, 30 de abril, víspera de tu cumple fuimos a su hermosa casona de Punta Negra: Walter Saavedra, Patty, Diana, Jose Luis Herrera Zavaleta, Melissa Patiño, Piero Montaldo, Teófilo Gutiérrez (director de Hipocampo), Carlitos Ostolaza, esta amiga y tú. El anfitrión escritor Carlos Calderón, nos esperaba fraterno. ¡Qué pena, tu gran amigo, conversamos, bailamos, cerca al mar, y las remembranzas de su vida en Europa, de su encuentro con José María Arguedas frente al Danubio y la evocación el amauta del río Mantaro. La marcha bajo el mar de Águeda Castañeda entre sueños. Vuestra amistad de tantos años, temas de juventud, a lo lejos tu padre Gustavo frente al joven Calderón Fajardo... Se habló de sus apellidos, algo que en realidad era complejo... Un abrazo Rosina, un abrazo condolido.”
Hoy el compañero está en trance hacia el infinito, hacia el Parnaso donde viven los Maestros, los valiosos, los humildes, los nobles. Hace veinte minutos leo la nota fraterna de su editor Willy Del Pozo y de golpe me salen gritos y voy al balcón y su nombre es un eco - eco - eco. Y telefoneo a su casa y nadie responde. Y llamo a una de mis grandes compañeras y le digo: "Carlos tuvo un accidente, está muy grave, Y ella, noble, me consuela... Bebe agua, respira hondo...", acoto, dicen que de hoy no pasa...".
Carlos Calderón Fajardo es uno de los escritores de la generación del 70 que destaca, trasciende por su escritura fabulosa, por su obra fecunda, por su don de buena gente. Sin embargo él decía: "Soy reconocido, no lo niego, sí, pero solo en un segmento o espacio de la literatura que se escribe en el Perú". Destacado como uno de los narradores mayores del Perú de su generación (del 70), Carlos estaba en una de sus etapas literarias más productivas. Finalista del Premio Tusquets de novela (2006) con El fantasma nostálgico (Animal de invierno, 2013), libro que desde el más puro realismo mágico, afronta la violencia política de los decenios últimos en nuestra patria.
Como su escritura, como su pluma será eterno, un ser legendario que transita cerca a Sarah Ellen y otros personajes de su narrativa magnífica. Abrazos a su compañera, a Pablo Salazar-Calderón Galliani, sus otros hijos, sus nietos, su familia, sus amistades y compañeros coetáneos, a los lectores y lectoras que lo aprecian y le dieron granitos de sol y alegría.
(Gracias por los abrazos y el consuelo: Diana Avila, Mariella Sala, Patricia del Valle, Odette Amaranta, Melissa Patiño, Urpi-Rosa Trinidad Carrillo, Winston Orrillo, Marcel Valcárcel, José Manuel Gutiérrez S., Carlos Ostolaza ).
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sábado, 9 de mayo de 2015
jueves, 7 de mayo de 2015
CARLOS CALDERON FAJARDO. : LA TRISTEZA DE UN ESCRITOR DE CULTO( 09/05/2015)
No sé si a ciencia cierta: el personaje narrador Portillo de la novela "La segunda visita de William Burroughs" (Fondo Editorial UMSM) 2006. Era cien por ciento Carlos Calderón Fajardo. Su pasión era escribir, más que figurar, diríamos que tomo una postura discreta a su obra sino se hubiera presentado a concursos literarios. Pero veamos un aspecto:
Ustedes pueden visualizar los epígrafes de la novela antes mencionada:
“la literatura es una defensa contra las ofensas de la vida” ( C. Pavese)
Con este epígrafe el autor, nos presenta un verdadero manifiesto
en favor de la literatura, versus la vida. Concordamos con el autor, la evasión de la
literatura antes los avatares que nos
presenta la vida, hay veces se nos presenta con enfermedades casi únicas como
se le presentó a escritor Carlos Calderón Fajardo.
“Más el poeta no renuncia. Nadie le convence de que
renuncie. Nadie lo consolará de ver irse
el día que pasa, ni persuadirá para que acepte
la conversación en ceniza de los
ojos amados: la desaparición en la
neblina del tiempo del fantasma querido. Nadie ni nada. (María Zambrano)
En la que la terquedad y la persistencia de un alma de
artista que se conduele con el dolor humano.
El mundo verdadero, al final se ha convertido en fabula (F.
Nietzsche)
Un denuncia revolucionaria al mundo injusto que nos tocó
vivir.
Tengo agradecimientos por el narrador Carlos Calderón
Fajardo, alguna vez le pedí me brindará unos consejos por unos cuentos perdidos. El escritor tuvo la
gentileza de llamarme y brindarme su opinión. Había sido mi profesor en la
maestría de la UNI.
Barranco, Miraflores, Surquillo y Punta Negra, no será igual sin la presencia del narrador Carlos Calderón.
Por Surquillo se le veía por los mercados, en Miraflores, esperando a su amada esposa en un café cercano al Seguro de Angamos o conversando con algún poeta amigo.
Por Surquillo se le veía por los mercados, en Miraflores, esperando a su amada esposa en un café cercano al Seguro de Angamos o conversando con algún poeta amigo.
En alguna oportunidad me contó sobre su enfermedad que lo
postro varios años. Anteriormente menciono que muchas de sus novelas se
encuentran en las librerías y que se vendían a precios baratos, que en el Perú,
no existe tradición lectora.
Hace muy poco tiempo lo vi en Surquillo, cerca al mercado
número dos. Le solicite su correo para enviarle una entrevista a Julio Ramón
Ribeyro, donde este autor se expresa en buenos
términos de su persona y de lo injusto de los premios esquivos,
La última vez que me encontré justo en la avenida Ricardo Palma, estaba acompañado de su hijo, fue muy rápido, con aprecio: le pregunté si había recibido el mensaje, me señalo que si, que la entrevista era muy larga. Esto había sido nuestro último encuentro de paso:... caminando...tenia tantas cosas que contarle...
La última vez que me encontré justo en la avenida Ricardo Palma, estaba acompañado de su hijo, fue muy rápido, con aprecio: le pregunté si había recibido el mensaje, me señalo que si, que la entrevista era muy larga. Esto había sido nuestro último encuentro de paso:... caminando...tenia tantas cosas que contarle...
Coincido que el mejor recuerdo a un escritor es leerlo…
Adiós profesor, y escritor Carlos Calderon Fajardo,
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